Los niños pequeños exploran su independencia, desarrollan fuertes preferencias y comienzan a usar frases para hablar contigo. También comenzarán a poner a prueba sus límites, lo que requiere orientación para aprender el autocontrol. Además del amor, la orientación es uno de los mayores regalos que puedes darle a tu niño pequeño.
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TU NIÑO PEQUEÑO DE UNO A DOS AÑOS
Durante este tiempo, tu niño:
- Utilizará 20 palabras o más.
- Sabrá el nombre de la gente que conoce.
- Seguirá instrucciones simples, tales como "¡Busca la pelota!"
- Combinará dos palabras o más, tales como "¿Qué es eso?" o "¡Más leche!"
- Señalará a la gente, los juguetes o partes del cuerpo cuando le pidas que lo haga.
- Entenderá historias y canciones simples.
TU NIÑO PEQUEÑO DE DOS A TRES AÑOS
Entre los dos y tres años, tu niño podrá hacer muchas cosas nuevas. Correrá, saltará y le encantará estar activo. Hablará utilizando frases y tendrá conversaciones contigo. Pondrá a prueba sus límites y los suyos. Puede ponerse a llorar o hacer berrinches porque no podrá hacer todo por sí mismo. Todavía necesita tu guía para aprender a tener control propio, y necesitará tu ayuda para entender lo que otros necesitan.
ÁREAS DE ENFOQUE PARA EL DESARROLLO| DE TU NIÑO PEQUEÑO
Desarrollo físico. ¡A los niños pequeños les encanta moverse, escalar, saltar y bailar! Los cuidadores ofrecen a tu niño muchas formas de estar activo, tanto adentro como afuera. También brindan materiales y actividades que le interesan a los niños de su edad y ayudan a mejorar la coordinación de sus manos, como hacer garabatos con crayones y apilar juguetes.
Desarrollo social y emocional. Muestra comportamientos como compartir y disculparte para que los niños pequeños puedan aprender con el ejemplo. Dale a tu niño oportunidades para probar nuevas habilidades sociales y tratar de hacer cosas por sí mismo. Anima a tu niño y ayúdalo a expresar sus sentimientos de manera positiva y saludable.
Desarrollo del lenguage. Lee libros con historias simples y usa canciones, rimas y juegos con los dedos que tengan patrones repetitivos. Ayuda a tu niño pequeño haciéndole preguntas sobre los libros que lee ("Isabel perdió su muñeca. ¿Qué crees que pasará después?"), ampliando sus respuestas ("Dijiste, 'Llora'. ¿Crees que Isabel está triste por perder su juguete favorito?") y usando palabras nuevas ("¡Mira lo emocionada que está Isabel ahora que encontró su muñeca!").
Habilidades de pensamiento (cognitivas). Ofrece a tu niño una variedad de actividades y experiencias que lo inspiren y lo desafíen, desde desarrollar su curiosidad ("Has estado observando esa mariposa durante mucho tiempo. ¿A dónde crees que va, Sebastián?") hasta ayudarlo a usar su imaginación. ("¡Oh, no, hay una fuga en nuestro bote! ¿De qué otra manera podemos cruzar el estanque?").